Comedia
La comedia es un género dramático que se caracteriza
porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la
vida cotidiana, movidos por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde
se hace escarnio de la debilidad humana.
Se origina en el mundo griego, pero se va desarrollando a lo
largo del Medievo y la edad moderna, hasta llegar a nuestros días. Cómo los
demás géneros dramáticos, la comedia está determinada por la acción dramática
del personaje protagonista; de ahí que no sea extraño encontrar personajes con
un rol trágico en obras de teatro cómicas, siempre y cuando estos sean, por
decirlo de algún modo, personajes secundarios. Cómo características, el
personaje protagonista suele ser común y corriente y representar un arquetipo,
es decir mentiroso, charlatán, fanfarrón, pícaro, enamorado, etcétera; es
también crédulo e inconsciente y, a diferencia de la tragedia, donde el
personaje protagonista tiene un profundo sentido ético, en la comedia el
personaje protagónico considera su moral como una cualidad no muy importante,
lo que le permite ser muy vital, aunque esto es más bien un obstáculo para el
personaje.
Tragedia
La tragedia es una forma dramática cuyos personajes
protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable
contra el destino o los dioses, moviéndose casi siempre (recordemos la
"Orestiada" de Esquilo que tiene una reconciliación al final) hacia
un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el sino, el hado o
fatum, en anunciado siempre por diversos oráculos.
Las tragedias acaban generalmente en la muerte o en la
destrucción física, moral y económica del personaje principal, quien es
sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con
orgullo insolente o hybris. También existen las tragedias de sublimación, en
las que el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las
adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la
admiración del espectador, como es el caso de Antígona de Sófocles. La tragedia
nació como tal en Grecia con las obras de Tespis y Frínico, y se consolidó con
la tríada de los grandes trágicos del clasicismo griego: Esquilo, Sófocles y
Eurípides. Las tragedias clásicas se caracterizan, según Aristóteles, por generar
una catarsis en el espectador.
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